sábado, 18 de diciembre de 2010

La vida dormida

Apenas distinguía el exterior. La lluvia invadía la superficie del cristal. La persona que tenía a su izquierda bajó del coche y unos segundos después se abrió la puerta dejando ver el diluvio que caía sobre aquel desconocido. Éste la tomó por los brazos: "Vamos mamá". La dificultad de movimiento se imponía a la inercia que aquel hombre manejaba con la fuerza de sus manos y la fragilidad de su conciencia. El agua recorría los surcos que el tiempo había grabado sobre el rostro de Carmen. "Quédate aquí, ahora vuelvo", y después de besarla en la mejilla la dejó bajo la cornisa de la pared donde se apoyaba. Ella permaneció allí contemplándole correr. El ruído del motor se unió al sonido del aguacero. De pronto se oyó una voz. Era otro extraño. También corría, pero éste no iba callado, gritaba tratando de alcanzar el coche en vano.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Mejorará

Ojalá hubiese sido todo distinto, pero no lo fue. Aún hoy por hoy, a pesar de los muchos años transcurridos desde entonces, puedo recordar las sensaciones y sentimientos que experimentaba. No es algo que tenga presente cada día de mi vida ni mucho menos, afortunadamente pocas veces acude a mi mente y cuando lo hace, ocurre en forma de visita breve e inesperada, acuciada por algún acontecimiento, historia o suceso ajeno que llega a mis oídos y que por similitud provoca un eco en mis memorias vitales. Sin embargo, a pesar de haber dejado atrás determinadas circunstancias y el modo en que me enfrentaba a ellas, no puedo y no debo, por respeto a mi propia historia personal y a la de otros/as, obviar el hecho de que yo también, como otra mucha gente, fui objeto de discriminación y acoso en mi niñez, adolescencia y post-adolescencia. Desgraciadamente, es algo muy común y las causas que lo provocan de muy diversa índole. En mi caso, fue mi orientación sexual la excusa que puso en marcha el engranaje de persecución que me sumió durante muchos años en una situación de cierta exclusión social, pero realmente cualquier circunstancia personal observada e interpretada por el "verdugo" como posible objeto de sus ataques es válida para ser utilizada por éste en su intento de subyugar a los demás, consiguiendo así una ficticia supremacía y su consiguiente sensación de ostentación de falso poder. Hubiese sido más fácil poner una bonita imagen encima de todas esas vivencias del pasado, lo suficientemente adornada y ampliada para que las tapara a todas de un plumazo, pero hubiera cubierto también todas esas otras que hicieron posible que, a pesar de todo, yo fuese un niño feliz; en lugar de ello, y lejos de esconderlas, prefiero mirar hacia atrás, tengo que hacerlo, para conocerme a mí mismo y para poder ponerme en el lugar de aquellos/as que ahora mismo, mientras escribo estas líneas, se encuentran en una o varias de las siguientes circunstancias: tienen miedo de ir al colegio, no quieren bajar al parque que hay junto a su casa a jugar con los otros niños/as de su barrio, está siendo insultado/a o golpeado/a por un compañero de clase, y un largo y oscuro etcétera al que sobreviven como pueden y al que se enfrentan en silencio, sin pedir ayuda, por temor a mostrar su debilidad o revelar la causa que "motiva" dicha situación, la cual en muchos casos, ellos/as mismas viven como un problema o como algo que deben esconder. He comenzado este escrito con la típica e inútil frase: "Ojalá hubiese...", el clásico ojalá que de nada sirve porque el pasado es pasado y no puede cambiarse, y por otro lado tampoco querría hacerlo, ya que los seres humanos somos los que somos debido a nuestras vivencias personales, y gracias a las mías puedo reconocer en mí aspectos positivos que derivan directamente de dichas experiencias, al igual que otros de índole negativa, pero unos y otros me hacen darme cuenta del camino que he tenido que recorrer hasta llegar a ser lo que hoy por hoy soy. Sin embargo, sigo diciendo que ojalá hubiese sido todo distinto, porque SÍ hay algo que me gustaría haber podido cambiar: ojalá me hubiese querido lo suficiente a mí mismo como para hacer frente a aquellos que intentaban hundirme y no haber optado por la sumisión y la no resistencia; ojalá hubiese contado a los adultos que me rodeaban lo que me ocurría y no haber temido mostrar lo que había dentro de mí; ojalá éstos hubieran decidido no echar la vista a un lado; ojalá hubiesen podido ver por ellos mismos que algo estaba ocurriendo; ojalá alguien me hubiese dicho "todo mejorará con los años, te harás mayor y será distinto". Pero no fue así; en su lugar tuve que digerirlo todo en mi interior con asombrosa fortaleza, fingir que no ocurría nada y seguir siendo un niño risueño e inocente. Hoy por hoy me asombro de lo fuerte que pude llegar a ser, sin duda mi imaginación y mi capacidad de abstracción me ayudaron a sobrevivir y a poder recordarme ahora que soy adulto como un niño con una alegre infancia. Multiples factores influyen para que una misma circunstacia desemboque en diferentes finales en unos casos u otros, y desgraciadamente, mucha otra gente corrieron y corren otra suerte. Actualmente, el índice de suicidios en la comunidad LGTB (Lesbiana, Gay, Transexual y Bisexual) es considerable, y recientemente ha aumentado alarmantemente. La casualidad, la coincidencia en el tiempo, un aumento real o X factores han derivado en la penosa situación de una "cadena" de suicidos en adolescentes LGTB en EEUU. Concretamente 3 casos casi seguidos, encendieron la luz de alarma, y una idea surgió en la mente del periodista estadounidense Dan Savage, reconocido activista gay, el cual decidió utilizar internet y las amplias posibilidades que nos ofrece para crear una página web donde recopilar vídeos de personas famosas (actores, actrices, políticos, etc...) y anónimas, unas heterosexuales y otras pertenecientes a la comunidad LGTB, que de forma altruísta mandan mensajes de apoyo a los adolescentes LGTB que se encuentren en situación de acoso y discriminación, muchos de los cuales pueden sentirse en una realidad opresiva de la cual no vean escape. Con esta brillante iniciativa, denominada "It Gets Better" (Mejorará), que nos demuestra que internet puede ser usado para cosas maravillosas, se intenta hacer ver a estos adolescentes que no atisben salida a las circunstancias por las que están pasando que "con el tiempo todo mejorará", que el transcurso del mismo les convertirá en un adulto que entablará relaciones con gente en su misma situación, que les hará más fuertes, que les transformará en personas orgullosas de lo que son, que les querrán tal y como son porque no hay motivo para lo contrario, etc... Políticos como el mísmisimo Barack Obama, actrices como Kira Sedwick, actores como Kevin Bacon, y un larguísimo etcétera han decidido aportar su granito de arena. Para toda aquella o aquel que quiera visitar la página adjunto la dirección del sitio web: http://www.itgetsbetterproject.com/

Sin duda, proyectos de esta naturaleza son una fuente de apoyo psicológico a disposición de todos aquellos usuarios/as que en cualquier parte del mundo sean susceptibles de necesitar dicho recurso. Países como Alemania o Finlandia están creando su versión análoga.

En torno a dicho proyecto, se suceden las manifestaciones públicas de personajes del mundo político. Recientemente, en el blog "Dos manzanas" ((http://www.dosmanzanas.com/)el cual recomiendo su visita por contener, de una forma absolutamente actualizada, toda la información LGTB de nuestros días) leí una noticia que contaba cómo Joel Burns, un concejal abiertamente gay, de la ciudad de Fort Worth del Estado de Texas, durante un pleno de su ciudad, utilizaba sus trece minutos de tiempo para dar un emotivo discurso sobre el acoso de los adolescentes LGTB y su propia experiencia.





Es encomiable observar que un político, en un acto público y formal, abre su alma y muestra su interior, intentando de este modo acercar a todo el mundo, desde una posición de poder, a una realidad que afecta en silencio a una parte de la población. No es habitual ver manifestaciones de este tipo en un contexto político, en el cual sus miembros suelen actuar y comportarse bajo reglas y estrategias que proporcionen una determinada apariencia.

Educar, esa es la clave, a una edad muy temprana, para que todos esos niños y niñas crezcan conociendo todas las opciones posibles que contiene la sexualidad humana, para que sepan que todas ellas son respetables y para que interioricen que todas tienen cabida y no deben ser reprobadas, juzgadas ni moralmente sancionadas. Es el único camino que dará como resultado que dichas niñas/os, futuros adultos, se permitan a sí mismos y a los demás ser lo que son.

lunes, 30 de agosto de 2010

YO TAMBIÉN RECICLO

Nuevas noticias e informaciones me asustan cada día. Casi prefiero no estar enterado de la realidad, de este modo soy feliz, en mi desconocimiento de la actualidad, o al menos esa es la idea que se desprende de la frase popular que dice algo así como: los/las más afortunados son los ignorantes. Sin embargo, hay sucesos imposibles de esquivar, que por su trascendencia, llegan inevitablemente a tus oídos, o que simplemente pueden ser observados por uno mismo en primera persona. Las consecuencias del cambio climático podrían encuadrarse en esta tipología de revelaciones informativas, las cuales son, desgraciadamente, más patentes con el paso del tiempo. Es un tema éste que me tiene bastante preocupado, no tanto porque lo estemos sufriendo ya (que también; no recuerdo en mi niñez estas altas temperaturas en verano...) sino por lo que será nuestro planeta en los años venideros, o peor aún, por lo que no podrá llegar a ser nunca si seguimos por este camino...

Recuerdo la primera vez que oí hablar a alguien desde un punto de vista de conciencia ecológica. Contaba yo con la edad de 12 años, y uno de esos monótonos días de colegio, donde nunca ocurría nada especial, vinieron a la escuela para hablarnos de la importancia del reciclaje. Jamás había oido hablar de algo así, ni sabía que se pudiera dar un segundo uso al papel que tan despreocupadamente "desperdiciábamos" los alumnos diariamente. Aquello me fascinó, y desde ese momento, incorporé a mi vida hábitos y comportamientos que ayudaran a paliar los efectos negativos que el ser humano ocasionaba y ocasiona a nuestro mundo. Con el tiempo he ido descubriendo nuevas ideas y perfeccionando mi técnica recicladora. Lo primero que aprendí fue que era importante reciclar; reciclar el papel, que era lo que más manipulación puede tener por parte de un estudiante, pero con el paso del tiempo fui descubriendo que hay muchos más materiales que pueden ser reciclados y que hasta pueden tener un reciclado mucho más completo y efectivo, como es el caso del vidrio, que es 100% reciclable. Y ahí andaba yo, intentando reciclar todo a mi paso, sin embargo, en mi madurez recicladora descubrí una regla básica que aporta muchos más beneficios al medio ambiente:

1º) Ahorrar recursos y energía.

2º) Cuando no hay más remedio que utilizar dichos recursos y energía, intentar darles un segundo uso (en el caso de los recursos) evitando su desecho. Con lo cual, es mucho más importante reutilizar algo que destinarlo a su bidón de reciclado correspondiente.

3º) Y finalmente, en el momento en que algo sea absolutamente inútil para nuestro uso y no sepamos darle una nueva "vida", depositarlo en los artefactos que los ayuntamientos de nuestras ciudades han instalado y destinado a tal efecto.

Con lo cual, tener presente esta triada ecológica (ahorrar - reutilizar - reciclar) es primordial para adquirir unas costumbres en pro de la conservación de nuestro hábitat.

Para toda aquella persona que le preocupe este problema, iré compartiendo consejos útiles y prácticos para incorporar a su estilo de vida, que le permita aportar ese grano de arena tan importante y que tanto se necesita en esta lucha que hoy por hoy lo tiene todo en contra. Sé que mucha gente echa por tierra cualquier actitud recicladora con la excusa de que quien tiene el verdadero poder para cambiar esta situación son los gobiernos y las grandes multinacionales, que son las que verdaderamente contaminan, etc... pero, por algún lado hay que comenzar, y si esta conciencia medioambiental se fuese extendiendo paulatinamente, cada vez sería más fácil llegar hasta las grandes esferas, y si, en el peor de los casos, nunca se llegara a nada, al menos lo hemos intentado.

A continuación os adjunto unas recomendaciones energéticas que todas/os podemos poner en práctica en nuestro propio hogar:

- Elige electrodomésticos eficientes con Etiqueta Energética A, A+ o A++, consumen un 70% menos.

- No dejes en reposo o "stand by" aparatos como televisores, videos, DVD... desenchúfalos para que no sigan consumiendo. Esta recomendación parece absurda, ya que se puede llegar a pensar que el gasto ocasionado por esta situación es mínimo, pero si sumamos todo el tiempo que se mantiene un electrodoméstico en este estado, día tras día, en todos los hogares del planeta, daría como resultado un derroche importante de energía. Para evitar esto de un modo más cómodo para el usuario/a que la tediosa tarea de ir desenchufando uno a uno los dispositivos, existen unos artilugios llamados "regletas" que constan de varias tomas para enchufar en ellas diversos instrumentos eléctricos, y un interruptor que desconecta automáticamente cada uno de éstos con un sólo click.



Esta recomendación resulta muy conveniente para períodos prolongados del día en los cuales dichos aparatos no vayan a ser utilizador, como por ejemplo, cuando no se esté en casa, durante la noche, etc...

- Utiliza bombillas de bajo consumo, ahorran en torno a un 80% de energía. Este tipo de bombilla tiene la particularidad de contaminar en un importante grado una vez han sido desechadas (si se rompe su envoltorio) debido a su alto contenido en mercurio, con lo cual es de vital importancia que no sean depositadas en los bidones de desecho orgánico, sino a los destinados a este tipo de mercancía. Desafortunadamente aún no son muchas las ciudades que cuentan con este servicio, por lo que es necesario indagar en las respectivas localidades dónde se recogen dichos artefactos.

- Haz lavados de carga completa en lavadoras y lavavajillas, ahorrarás un 50% más de energía que si lo haces a media carga.


- Para cocinar y ahorrar recuerda:

+ Descongela en el frigorífico los productos, o a temperatura ambiente,
nunca en el microondas.

+ Utiliza ollas rápidas a presión, consumen menos energía y ahorran tiempo.

+ Apaga la vitro-cerámica antes del tiempo previsto para aprovechar el calor
residual.


- Mantén una temperatura de unos 20ºC en invierno y unos 25ºC en verano. Cada grado de más o menos en el aire acondicionado provoca un aumento de consumo de hasta un 8%.
No se trata de pasar frío en verano (¿no has pasado nunca frío viendo una película en un cine en pleno verano?) ni calor en invierno.

- Las viviendas y edificios también tienen "Certificación de Eficiencia Energética". Infórmate.

- En verano debemos utilizar elementos de sombreado para evitar el calor (voladizos, toldos, porches, persianas, etc...).

- Aprovecha la energía del sol para el agua caliente de tu vivienda, instalando equipos solares térmicos.

- Optimiza la iluminación natural, situando las habitaciones que más utilices durante el día en la fachada sur o suroeste.

- Para la calefacción utiliza como combustible la biomasa, ya que no incrementa las emisiones de CO2 a la atmósfera.

- El coche privado es el responsable del 15% del consumo de energía total en España.

- Elige siempre un coche con la potencia ajustada a tus necesidades. Mayor potencia = Mayor consumo.

- Comparte el coche, utiliza los transportes públicos, LAS BICICLETAS (muy importante)o camina: ahorrarás combustible y emisiones contaminantes. Por ejemplo, en mi ciudad, Málaga, están conectando diversas zonas de la urbe con la confección de carriles bici, apostando así por el beneficioso, límpio y saludable uso de la bicicleta.

- Utiliza biocarburantes (biodiésel, bioetanol, etc). Son menos contaminantes.

- Al comprar un coche nuevo elígelo con calificación energética A o con tecnología híbrida, que ahorran en consumo y respetan al medio ambiente.

- Aplica técnicas de Conducción Eficiente:

+ Utiliza marchas largas.

+ Mantén una velocidad uniforme.

+ Circula con las ventanillas cerradas.

+ Detén el motor en paradas que superen los 60 segundos.

+ Arranca el motor sin pisar el acelerador.

Estos consejos han sido extraídos en su mayoría (algunos de ellos han sido complementados por mí con algún tipo de añadido) de la "Campaña para el Ahorro Energético" promovida por la Junta de Andalucía en el año 2008.


Casi todo en esta vida es cuestión de hábito y constancia. Para cuidarnos a nosotros mismos creamos la rutina de asearnos, lavarnos los dientes, etc... Tan sólo tenemos que interiorizar que es igual de importante mantener costumbres que protejan el lugar en que vivimos. Con la ayuda de todas/os, llevando a cabo éstas y otras pautas, podemos conseguir hacer de este mundo un espacio más armónico y saludable. No es tan difícil. Piénsalo...

jueves, 17 de junio de 2010

Narcotizante educación

Me abro paso entre la gente. Cada día hago lo mismo; después de subirme al autobús que debo de esperar una media de 15 minutos, voy haciéndome hueco, sorteando caras llenas de nada y vacías de todo, procurando alcanzar el fondo del vehículo, donde tal vez encuentre un asiento libre, y desde el cual probablemente pueda obtener una visión más general de lo que me rodea. Allí permanezco, sentado o de pie, según la suerte, unas veces observando mi alrededor, otras absorto en mis pensamientos, y otras leyendo un libro que amenice el recorrido y me aleje, aunque por breve espacio de tiempo, de esa estancia cargada de alientos, de olores, de energías cansadas, de sonrisas perdidas, de madres agotadas, de niños gritones, de estudiantes desorientados, de hombres sin pelo, y de mentes ocupadas, todas ellas, en conseguir dar esquinazo a su adiestrada consciencia. Y en medio de todo este collage humano tan variopinto y similar al mismo tiempo, mis reflexiones, mis dudas, mis interrogantes existenciales me llevan por senderos anteriormente transitados, intentando a toda costa encontrar la salida de semejante laberinto de emociones. Las señales indicadoras del camino marcado son perfectamente visibles a la vista aleccionada, sin embargo, intento escudriñar algo distinto, algo que sacie el hambre que azota mis motivaciones interiores, mis aspiraciones personales, a veces tan olvidadas aunque nunca dejen de llamarme. De repente, una vez más, aparecen en escena todas aquellas premisas tan bien aprendidas a lo largo de nuestra vida, resumidas todas ellas en una sencilla y limitante realidad: actuar pragmáticamente, utilizando la cabeza, dirigiendo tu vida hacia aquello que se supone que todos debemos hacer, TRABAJAR. No importan tus motivaciones, sólo hay que trabajar. Si tienes la suerte o has sido lo bastante maduro en tu adolescencia como para tener clara la profesión con la que te quieres ganar la vida, puedes sentirte afortunado, tendrás la oportunidad de dedicarte a algo que te realice como persona. Si por el contrario, eres uno más en el nutrido porcentaje de personas que andan perdidas en este gran sistema educativo que te garantiza un abanico de posibilidades pero que no te proporciona las herramientas suficientes que te guíen por el mismo, elige la ocupación que sea, o simplemente, no elijas ninguna, porque en ambos casos, tendrás que emplear tu tiempo en algo que no te haga feliz, da igual, simplemente tendrás que hacerlo, y no te plantees nada más, tan sólo sigue el sendero de las baldosas de adoquines, pero hazlo descalzo, así contarás con el respeto de todos; y no te quejes, nunca te quejes, porque siempre habrá alguien que te quiere lo suficiente como para decirte: "Esto es la vida, es lo que hay..."

Se acerca el final de mi trayecto. Sólo quedamos unos cuantos, poco a poco, han ido bajándose, dejando un vacío lleno de pasiones aparcadas, dispuestos a enfrentarse a un nuevo día con el piloto automático encendido. Llega mi turno, el vehículo se detiene. Pongo un pie en el asfalto, aunque esta vez lo hago sin miedo, con la valentía de quien se enfrenta a su adversario conociendo sus limitaciones, pero sin dejar de atisbar sus posibilidades, intentando aferrarse a aquellos sueños que a pesar de todas las anestesias sociales impuestas durante años, afortunadamente, aun no han sido aniquilados.

martes, 30 de marzo de 2010

Silencios

Sentí calor en mi cuello. El tacto de su mano siempre me resulta agradable, aunque eso él no lo sabe. En esa posición, con su mano en forma de garra rodeando mi nuca me costaba mirarle a los ojos. Y así, una vez más, no pude responder recíprocamente al cariño que me daba. Mientras le observaba marcharse un profundo pesar se gestaba en mi pecho. Qué es de aquello que es, que existe pero nunca se muestra, nunca se dice, nunca se manifiesta... Me gustaría pensar que las miradas esquivas, los abrazos que responden tímidamente, los silencios que se resisten a explicar lo inexplicable, hablan más que las palabras que no pueden decirse. Llantos, deseos, frustraciones, años. Y continúo esperando, mostrando lo que parece ser, ocultando lo que en realidad es, dejando que el tiempo siga su curso, intentando dejar de albergar esto que siento... aunque eso él no lo sabe.


jueves, 18 de marzo de 2010

LYDIA BOSCH

"La sonrisa más hermosa y fascinante del rincón catódico", así es como han denominado en infinitas ocasiones a Lydia Bosch, esa actriz que apareció a finales de 1984 como azafata del exitoso concurso "Un, dos, tres" y se adentró en el hogar de todos los españoles y españolas que cada semana esperaban ansiosos la emisión del entrañable espacio que durante más de tres décadas ostentó la cima del poder televisivo. Su debut en este programa, de la mano de su descubridor Chicho Ibáñez Serrador, supuso el primer éxito en su incipiente carrera artística, pero pronto comenzaron a lloverle las ofertas, así que después de dos temporadas ejerciendo como eficaz contable, Lydia decidió abandonar su calculadora y enfrentarse a un prometedor futuro. La naturalidad y simpatía que Lydia había demostrado hasta entonces fueron suficientes para llamar la atención del Séptimo Arte, así que tras breves colaboraciones, (materializadas en las películas: "El caballero del dragón" de Fernando Colomo, y "El extranger-Oh de la Calle Cruz del Sur", de Jorge Grau) llegó su gran oportunidad para demostrar sus dotes interpretativas: "El disputado voto del Señor Cayo", junto a Paco Rabal e Iñaki Miramón. Fue el director Antonio Giménez Rico quien supo ver que detrás de esa gran sonrisa se escondía una verdadera actriz, proporcionándole a Lydia con esta película el descubrimiento de su auténtica vocación.

Posteriormente el teatro también le abrió sus puertas, medio en el que Lydia consiguió sumar un éxito más a su corta carrera. Su debut teatral fue en la comedia "Pato a la naranja", junto a Arturo Fernández.

Coetáneamente a su carrera como actriz, Lydia no dejó de lado el medio que la catapultó hacia la fama, de este modo consiguió nuevos e innumerables logros con programas como "Sábado noche", junto al también actor Toni Cantó, y concursos como "Los segundos cuentan", "Domingo en rojo" o "El gran juego de la oca", junto a Emilio Aragón. También en este medio desarrolló su faceta interpretativa con las conocidas series "Lleno, por favor" o "¿Quién da la vez?, pero fue "Médico de familia", comedia que revolucionó las audiencias televisivas desde 1995 hasta 1999, la serie que ha consagrado a Lydia Bosch como una de las actrices más admiradas y queridas por el público español.

Un total de doce películas cerraron una etapa cinematográfica donde el éxito parecía no llegar, hecho que ha cambiado recientemente tras su participación en el filme de José Luis Garci "You´re the one", donde Lydia ha recibido grandes elogios por parte de la crítica y una nominación a los premios Goya 2000 como mejor actriz.

Esperemos que esto sólo sea el comienzo de una larga carrera cinematográfica donde podamos verla lucirse por muchos años más con todo su esplendor.


Hace muchos años que escribí esta breve reseña, exactamente 10. Ha llovido mucho desde entonces, yo era un post-adolescente que sentía (y siento) una gran pasión por el cine, la música, etc... y que como la mayoría de la gente, en su adolescencia cultivó una admiración por diversos artistas de diferentes ámbitos del arte, admiración que a veces rozaba la mitomanía. Afortunadamente, con el paso de los años muchas de esas pasiones se suavizan (a veces incluso desaparecen) y a la vez que tu propia persona, éstas también evolucionan, y si sobreviven, adoptan un cariz más maduro. Recuerdo la primera vez que la vi..., contaba yo con la edad de 4 años, corrían los años 80, y allí estaba yo, como todas las semanas, sentado frente al televisor, con toda mi familia, esperando escuchar la sintonía que daba comienzo a mi concurso de televisión favorito. Yo tenía mis secciones preferidas dentro del mítico programa, y una de las cosas que me encantaban eran los números musicales que protagonizaban las azafatas del mismo. Éstas, a parte de cantar y bailar, tenían otras funciones, y una de ellas era el recuento de puntos que iban alcanzando los concursantes, labor en la que destacaba la azafata-contable, la cual, armada con su calculadora, entonaba aquella mítica frase de: "15 respuestas acertadas, a 25 pesetas cada una, hacen un total de..." Yo tenía a mi azafata favorita, que casualmente era la azafata-contable, que no era otra que Silvia Marsó; me encantaba su simpatía y naturalidad, todo lo decía con una sonrisa (aunque claro, no era para menos, era azafata, no iba a estar seria...) De repente, Silvia desapareció, y en su lugar pusieron a aquella chica de pelo inmensamente largo que respondía al nombre de Lydia. Al principio reconozco que no aceptaba el cambio, me costó verla en posesión de la calculadora "de Silvia", pero no tardé mucho en caer rendido a sus pies. Lydia tenía todo lo que admiraba en Silvia: simpatía, naturalidad, espontaneidad, una gran sonrisa, etc..., pero Lydia tenía algo más, algo que no supe identificar en aquel momento, pero que ahora con el paso de los años sé reconocer: una enorme capacidad de transmitir emociones, al menos para mí. No sé si voy a poder plasmar lo que esta actriz significa para mí, y a pesar de que mucha gente me tachará de freak, sólo puedo decir que aparte de considerarla una gran actriz (aunque haya opiniones de todo tipo al respecto) no existe otra actriz que produzca en mí lo que ella me hace sentir. Tengo una larga lista de actores y actrices a los que considero unos grandes profesionales que cuentan con una larga trayectoria y reconocimiento, pero Lydia para mí es algo más que eso, es una actriz que me ha dado mucho a lo largo de todos estos años, que me ha transmitido un sinfín de sentimientos y emociones y que me ha hecho soñar a través de su profesión. Por todo ello tengo mucho que agradecerle, y esa es la razón que me ha llevado a rendirle este pequeño tributo en estos momentos tan difíciles para ella. La redacción del escrito que más arriba reproduzco, respondía a una intención parecida, aunque los motivos que me impulsaron a ello eran muy diferentes, ya que en aquel momento Lydia gozaba de una mayor popularidad y desde el punto de vista interpretativo estaba en su mejor momento, tanto para la crítica como para el público, que comenzaba a verla más allá de su eterno personaje de "Alicia Soller". En aquella ocasión quise plasmar a grandes rasgos la trayectoria de mi actriz española favorita, naturalmente, otros muchos trabajos, aparte de los mencionados, formaban parte de su amplia carrera, sin embargo, en su momento no quise convertir ese pequeño "homenaje" particular en una compilación exhaustiva de su recorrido profesional, para eso ya están internet y las páginas dedicadas a estas cuestiones, tales como el "imdb" y un largo etcétera. Simplemente quise resumir lo que había sido hasta ese momento la carrera de Lydia, y dar paso a lo que sería a partir de entonces. Sentía una gran ilusión ante lo que para mí suponía el espaldarazo definitivo que por fin había golpeado la carrera de Lydia. La nominación al Goya, estatuilla que finalmente recayó en Carmen Maura, me hacía pensar en numerosas propuestas cinematográficas que se sumaran a la discreta cifra de 13 títulos que albergaba su filmografía. Se cerraba una etapa y se abría otra, al menos eso parecía. Sin embargo, a veces nos olvidamos que detrás de la figura de los artistas que admiramos se esconde una persona de carne y hueso, con las inquietudes y preocupaciones de cualquiera de nosotros/as, y en esa nueva etapa que se avecinaba Lydia quería vivir otras cosas, darle prioridad a su faceta familiar y sentimental, aparcar esa carrera que tantas satisfacciones le daba pero que no le permitiría vivir con plenitud el momento sentimental en el que se encontraba. Así que, para sorpresa de muchos, Lydia hizo un paréntesis, y bajo la opinión generalizada, en el mejor momento de su carrera. Se hizo el silencio, y duró más de lo esperado. El rostro de Lydia ya no nos visitaba televisivamente cada semana, ni su nombre aparecía en el apartado "Proyectos" de las revistas de cine, donde yo la buscaba desesperadamente; en su lugar, a veces ocupaba alguna página de la prensa del corazón, muy a su pesar, y así fue como poco a poco nos fuimos enterando de los íntimos capítulos de su nueva vida. "Lydia se ha retirado", "Lydia ha abandonado su carrera profesional", eso se empeñaban en afirmar muchos de los profesionales de este tipo de periodismo, pero Lydia, en sus escasas apariciones públicas se encargaba de desmentir dichas aseveraciones con un rotundo no, explicando que amaba su profesión y que no quedaba mucho para su regreso como actriz. Así fue y después de 4 años volvió a nuestras pantallas con un pronunciado éxito: "Motivos personales". Durante dos temporadas llevó sobre sus espaldas el protagonismo de esta serie que le reportó numerosas y favorables opiniones por parte de público y crítica. "He vuelto para quedarme", "Espero retomar con la misma fuerza de antes mi carrera como actriz"; eso afirmaba Lydia tras terminar este último trabajo, y tras un razonable espacio de silencio todo parecía indicar que no tardaría demasiado en aparecer de nuevo, pero no fue así, y tras unas breves apariciones como presentadora de un programa para niños, "No te enrolles", y una colaboración como actriz en 8 capitulos de la última temporada de la exitosa serie "Los Serrano", volvió a dominar el mutismo profesional. Han transcurrido dos años desde entonces, dos años en los que, desgraciadamente, a pesar de su inactividad laboral, se ha escuchado el nombre de Lydia Bosch más de lo que ella hubiera deseado. Su faceta personal, que siempre ha permanecido en segundo plano y en escasísimas ocasiones ha salido a la luz pública, en esta ocasión, y muy a su pesar, ha sido un tema recurrente en las páginas del papel couché. No quiero dejar cabida en este escrito a algo tan sórdido; es por ello que no voy a relatar explícitamente los detalles de algo que casi la totalidad de la sociedad española conoce "gracias" a los medios de comunicación, pero lo que sí quiero expresar es que, al margen de las culpabilidades o inocencias, lo que está claro, es que Lydia Bosch ha sido objeto de un linchamiento por parte de la opinión pública nacional, la cual se ha forjado en un sentido negativo a consecuencia del aluvión de información de medias verdades que se virtió al respecto. Es obvio que cada uno puede tener su opinión sobre algo que realmente nunca podremos llegar a saber con certeza, ya que no somos los implicados, pero al menos, que esa opinión sea fraguada a partir de datos ciertos tanto en su contenido como en el orden cronológico en que transcurren. Sólo de este modo, podemos ser justos en un asunto en el que la justicia tiene la última palabra, y sea cual sea ésta, mi opinión y creencia sobre este tema ya está formada de una forma muy clara. Que cada cual tenga la suya. Las consecuencias que este desagradable suceso está teniendo o pueda tener en el futuro de su carrera profesional aún está por determinar, pero ojalá todo esto termine pronto y Lydia retome la carrera que nunca debió aparcar, demostrando, de una vez por todas, que detrás de esa gran sonrisa se esconde una verdadera actriz.



(Aquí adjunto un vídeo (con audio musical de fondo), que yo mismo he montado y editado, con secuencias de sus trabajos televisivos y cinematográficos, con objeto de que podáis ver otras facetas interpretativas de esta actriz, para aquellos que sólo conozcan su mítico personaje de "Médico de familia").

miércoles, 3 de marzo de 2010

Make my day

Aquí andamos, con un mal cuerpo de la ostia e intentando matar las horas que quedan hasta tomarme la próxima pastilla que alivie este malestar que ha generado el maldito virus que lleva ocupando mi estómago desde ayer. No quiero entrar en detalles, porque no quiero herir sensibilidades, pero llevo un día que no he hecho nada más que no sea ir de la cama al cuarto de baño y de éste nuevamente a la cama. No queda nada dentro de mí, lo máximo que he podido ingerir ha sido bebida isotónica que introduzco sorbito a sorbito y de forma espaciada, ya que de lo contrario, dicho líquido se apresura a irse por donde no tiene que hacerlo. Pues bien, aquí estoy, frente al ordenador, porque la posición horizontal que mi cuerpo ha adoptado durante toda la jornada no la soporto más. Llevo varios días queriendo compartir una canción que descubrí hace poco y que me llena de optimismo cada vez que la oigo. No encuentro un momento mejor para presentárosla (a quien no la conozca) que éste, ya que, ahora más que nunca, necesito embadurnarme de pensamientos positivos esperando amanecer mañana con otro estado de salud. la pieza en cuestión habla sobre una ruptura sentimental, y de cómo podemos tomarnos ésta como una nueva oportunidad que nos brinda la vida para comenzar de nuevo y fabricar nuestro día a día de un modo diferente. "Make my day" llegó a mi vida a través de Youtube. Después de llevar un rato navegando y yendo de una canción a otra, me encontré con esta joya que me cautivó por su sobriedad, por su originalidad dentro del panorama musical español (sí, la canción es de un grupo español, a pesar de ser en inglés) y por la voz de la cantante, que desde mi punto de vista es suave, elegante y llena de matices. Mi sorpresa en mayúsculas vino a raíz de darme cuenta, después de llevar una rato oyendo y viendo su vídeo musical, que dicha cantante no era otra que !Laura Pamplona!, y muchos diréis y quién leches es esa, pues para quien no tenga mucha culturilla en nombres de actores y actrices, les diré que no es otra que aquella que interpretaba aquel personaje aspirante a actriz de la archiconocida serie "Aquí no hay quien viva" que compartía piso con el personaje de Malenia Alterio.



Su carrera es más amplia, pero prefiero señalar este trabajo porque creo que es por el que se ha hecho más popular en su faceta de actriz. Su faceta de cantante no la conocía ni yo ni mucha gente, pero ha sido una grata sorpresa descubrirla. El grupo musical donde desarrolla esta labor es "Sweet Wasabi", el cual nace de la unión de Laura con el músico Pedro Barceló, que para más señas es también su pareja sentimental. El disco donde viene incluída esta canción, su primer trabajo discográfico como grupo, es "Área de Servicio". Sin más, os dejo con esta maravilla. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

jueves, 18 de febrero de 2010

Palabras en el corredor de la muerte

Tiempo. Existe una cantidad incalculable de ideas populares alrededor de este concepto tan efímero a la vez que eterno. Muchas de ellas forman parte de nuestra cultura gracias al uso de determinadas "frases hechas" que empleamos, casi sin pensar, en diversas situaciones. "Tiempo al tiempo"; "El tiempo lo cura todo"; "El tiempo nos hace evolucionar"... Si estudiamos el recorrido de nuestra historia, llegamos a la conclusión de que todo es cíclico, que los errores del pasado no nos evitan caer nuevamente en ellos, y aunque existieron barbaridades que, afortunadamente, dejamos atrás para siempre, aún hoy día perviven en nuestra sociedad situaciones e ideas que no nos hacen merecedores del adjetivo "evolucionado/a". Si nos fijamos un poco en el mundo que nos rodea, no es difícil observar episodios que reflejan fielmente mi reflexión anterior. Sin ir más lejos, recientemente he sido testigo directo de algo que, a pesar de saber de su existencia, no ha dejado de sorprenderme; hace pocas semanas presencié la conversación de un grupo de chicos, de edades comprendidas entre los 20 y 30 años, que comentaban, con la complicidad que caracteriza a los hombres heterosexuales cuando conversan sobre sexo, el tipo de mujer que les gustaba físicamente y las cualidades personales que debía reunir la chica que eligieran como pareja sentimental. Después de una breve charla en la que no faltó algún que otro adjetivo soez relativo a los atributos físicos que a su criterio deben reunir las féminas, uno de ellos no dudó en señalar que , a ser posible, él querría para novia una "tía que no fuera muy guarrilla", al oír esto, y a pesar de no ser la primera vez que escucho algo así, una sensación de ardor me subió desde el estómago a la garganta encendiéndome poco a poco. En muchas ocasiones, en situaciones similares, intervengo si conozco a la persona de la que proviene tal comentario, unas veces con un diálogo constructivo que aunque no cambie formas de pensar en ninguna de las partes, al menos siembre semillas que en un futuro puedan germinar en pensamientos más abiertos, equitativos, igualitarios y de respeto hacia los que nos rodean; y otras con una discusión acalorada que no nos lleva a ningún sitio más que a albergar frustración al ver que los intentos de que el otro entienda una postura alternativa son en vano. Sin embargo, en otras circunstancias, si veo que la persona de la que proviene el comentario es incapaz de razonar lo que está diciendo, o si ni siquiera conozco al individuo que profiere tales ideas, me callo directamente para no alterar mi salud mental ni mi paz interior con la sensación de fracaso que en la mayoría de los casos se alberga tras ver que tus propósitos de derribar semejantes formas de pensar son en vano. Pues bien, en esta ocasión, sí conocía a quien emitía tal afirmación, desde mi punto de vista, absolutamente machista, y por supuesto la indignación que me creó oirla dio lugar a mi consiguiente respuesta, la cual, derivó en una breve disputa que no llegó a ningún puerto porque mi interlocutor era incapaz de argumentar su teoría. Cualquier nueva premisa que yo me esforzaba en darle para contraatacar lo que decía acababa siempre con la misma absuda respuesta que no hacía frente en absoluto a mi discurso: "en una mujer está más feo". Era lo único que era capaz de decir, lo único que se le venía a la boca cuando yo le hacía referencia al hecho de que cómo alguien de su edad (supera en poco la edad de 20 años) podía pensar algo así; a que él era una persona bastante promiscua; a que alardeaba de ello sin ningún tipo de problema; a que para mantener ese comportamiento promiscuo necesitaba a mujeres que accedieran ante el mismo, bien porque ellas también lo fueran o bien porque esperaran obtener algo más que un simple "polvo"; etc... Cada una de mis reflexiones eran contestadas con esa escueta y ridícula frase. Como es lógico, ante tal "razonamiento de peso" y después de oirlo repetidas veces no pude más que callarme y darme por vencido ante un objetivo que comprendí era imposible: sembrar razón donde sólo hay prejuicios, machismo e incapacidad para pensar por sí mismo y ver a los que te rodean con una mirada de respeto e igualdad. Esto se puede considerar como un hecho aislado, pero desgraciadamente no lo es, es una muestra bastante representativa del estado de salud del concepto de igualdad en nuestra sociedad. Curiosamente, el destino, el cosmos, o la simple casualidad, quiso que al día siguiente del hecho anteriormente relatado, una amiga muy querida, me contara, como otras veces había hecho, su salida nocturna de la noche anterior. Mi amiga, como mujer treintañera, soltera y heterosexual, debe lidiar cada fin de semana con el género masculino heterosexual (a veces muy a su pesar, diría yo). Pues bien, la velada vivida por mi amiga aquella misma madrugada, escenificó perfectamente la conclusión que aquel grupo de chicos compartieron ante mi asombrada presencia el día anterior. Hastiada de su propio relato, me comentaba, lo cansada que estaba de sentirse atrapada en un teatro en el que ella misma era la actriz principal rodeada de actores que buscaban clasificarla en uno de los dos cajones que únicamente tenían en su mente: el de las novias, o el de las zorras. Un teatro donde los guionistas eran esos mismos actores que, por un lado, buscan tener sexo esa noche y saciar su apetito incansable, para lo cual, se valen de las artimañas más increíbles que se puedan imaginar, las cuales van desde hacerte sentir especial, hasta hacerte creer que nunca se sabe dónde puede terminar esta historia...; y por otro, guardan un rincón en su interior, como un tesoro valioso, que tuvieras que ganarte si interpretas bien tu papel. ¿Y qué papel es ese? El de mujer orgullosa, con dignidad, que se hace valer, difícil, que no tiene sexo la primera noche, ni la segunda, ni la tercera...; es decir, una persona totalmente diferente a ellos, y que la mayoría de las veces no es real, puesto que al fin y al cabo, con nuestras diferencias, hombres y mujeres tenemos ciertas necesidades comunes que no se pueden negar, y por supuesto, también hay mujeres que necesitan tener sexo a pesar de no tener pareja estable. La gran diferencia está en que la mujer que libremente decida llevar a cabo esta actitud frente al sexo, será automáticamente clasificada, y ya ese hombre que esa misma noche la seducía, jamás podrá verla, consciente o inconscientemente, como otra cosa que no sea alguien con quien ha tenido o quiere seguir teniendo sexo, en el mejor de los casos, o una guarra directamente, en el peor de ellos. Mi amiga seguía meditando sobre todo esto, mientras yo pensaba cuántas veces había oído en mi vida esta reflexión, cuántas veces la había visto reflejada en series de televisión americanas en mi adolescencia, cuántas veces he tenido que escuchar que todo ha cambiado..., pero realmente, hay cosas que aunque con diferente apariencia siguen siendo las mismas. La coincidencia en el tiempo de estos dos hechos que acabo de describir, ha sido para mí como una señal de que tenía que dejar por escrito estas cavilaciones que han formado parte de infinidad de conversaciones con mis amigas, que han ocupado mucho tiempo y lugar en mis propios pensamientos, que son un elemento más en la consideración que tengo de mí mismo y que me han hecho definirme, con el paso del tiempo, como un hombre FEMINISTA. Sí, soy feminista, con todas las letras, y espero, con este grano de arena y con otros muchos que, con esfuerzo, intento aplicar en mi vida cotidiana, contribuir a derribar estas situaciones, estas ideas, que junto con muchas otras, forman parte de nuestra cultura, a veces explícitamente, otras implícitamente, pero que en cualquier caso, no nos dejan avanzar en esta carrera que hace años comenzaron muchas mujeres valientes que buscaban la igualdad y no la supremacía de la mujer sobre el hombre (que es lo que muchos piensan que es el feminismo), que no se amilanaron ante circunstancias mucho más extremas, y que gracias a ellas podemos continuar hoy día muchas y muchos (afortunadamente, no todos los hombres piensan igual) de los que creemos que las cosas no son así porque sí, sino que se pueden cambiar.

Según la RAE:
Puta: Prostituta. Mujer que obtiene dinero a cambio de sexo.
Guarra: Hembra del guarro(cerdo). Mujer sucia y desaliñada.
Zorra: Hembra de esta especie.

Hay palabras que usamos con una acepción muy diferente a la establecida lingüísticamente. Me gusta pensar en estas palabras como condenados a pena de muerte que esperan con temor la llegada del día en que una de sus acepciones, la distorsionada, la que usamos injustamente, sea ejecutada para siempre. Basta ya! de palabras que nos limitan y que juzgan comportamientos que no hacen daño a nadie, y sobre todo, basta ya! de utilizar un doble rasero que sentencia esos mismos comportamientos en un sexo y los vanagloria en el otro. No sé cuánto tardará en llegar dicho momento, ni siquiera si llegará alguna vez, pero merece la pena el esfuerzo si cada día somos un poquito más libres.