viernes, 23 de agosto de 2013

Estreno de la película "LA HERMANDAD"


Se ha hecho esperar, pero el momento está próximo.  Después de casi dos años desde su rodaje, "La Hermandad", ópera prima del realizador Julio Martí Zahonero, llegará a las pantallas de cine españolas el próximo 25 de octubre.  Como ya señalé en una entrada anterior de este mismo blog, esta película supone la vuelta al cine de la gran Lydia Bosch, cuya última interpretación en la gran pantalla fue en la cinta de José Luis Garci "You are the one", la cual le valió una nominación a los Goya como mejor actriz.   Lydia Bosch, protagonista absoluta del film, interpreta a Sara, una escritora de novelas de terror que, tras un accidente de tráfico y debido a sus heridas, se ve obligada a pasar unos días recluida en un antiguo monasterio cercano al lugar de los hechos.  Pronto se dará cuenta de que los monjes que allí habitan guardan un oscuro secreto que no están dispuestos a revelar, por lo que Sara comenzará una auténtica cruzada en su búsqueda de la verdad. 



Catalogada por el propio director como una película de terror clásico, "La Hermandad" lleva implícitos ciertos elementos que pueden llamar la atención del espectador: un argumento inquietante; una atmósfera claustrofóbica y oscura propia del género al que pertenece la película; una banda sonora compuesta y grabada por el cada vez más reconocido compositor Arnau Bataller,  para la cual ha contado con la colaboración de la orquesta del Gran Teatro del Liceu de Barcelona; y la vuelta al cine de Lydia Bosch, que a juzgar por las imágenes vistas hasta el momento hace un trabajo impresionante.






Tras un primer teaser promocional que llegó la red a principios de 2012, no habíamos podido ver ningún otro avance de "La Hermandad" hasta ahora que, próximos al estreno del filme, ha hecho aparición el trailer oficial del mismo.

Trailer Oficial "La Hermandad" from Miguel Angel Villa on Vimeo.


Un antiguo monasterio apartado de cualquier lugar, unos monjes siniestros,  un oscuro secreto y una mujer dispuesta a descubrir la verdad...

martes, 6 de agosto de 2013

THE AMERICANS

De los muchos proyectos televisivos que se generan año tras año en EE.UU. sólo unos pocos llegan a su destino.  Las propuestas quedan materializadas en un episodio piloto y éste sólo verá la luz si, finalmente, la cadena que encargó a una determinada productora la realización de dicho proyecto queda contenta con el resultado y se decide entonces a adquirir la obra.  Si esto ocurre, el siguiente paso es solicitar la grabación de más episodios que compongan una temporada completa.  A grosso modo, éste sería el periplo por el que tiene que pasar una serie antes de alcanzar la meta deseada: ser estrenada; y ya puestos a pedir, asegurarse unas cuantas temporadas antes de ser canceladas.


El mundo de la televisión en EE.UU. es muy despiadado en cuanto a audiencias se refiere, provocando de este modo que continuamente se estrenen y cancelen producciones a la velocidad del rayo.  Es por ello que, antes de decidirme a ver una nueva serie, tomo la precaución de esperar un poco para ver la esperanza de vida que le depara la suerte.  No fue el caso de "The Americans", con  la que no tuve ni un atisbo de duda a la hora de engullir el primer episodio,  y digo engullir porque no encuentro un verbo que defina mejor la sensación que experimenté al visionarlo.  La serie transcurre durante los años 80 y se centra en la vida de un matrimonio y sus dos hijos en una zona residencial a las afueras de Washington, donde llevan una vida familiar apacible y aparentemente normal, con la salvedad de que a espaldas de sus vecinos, compañeros de trabajo y hasta sus propios hijos, la pareja formada por Phillip y Elisabeth dista mucho de ser el matrimonio amoroso y ejemplar que proyecta ser ya que, en realidad, son dos espías soviéticos encubiertos al servicio de la KGB.


En el contexto de la Guerra Fría y durante el mandato de Ronald Reagan, la serie nos muestra los intentos de esta pareja por conciliar su trabajo como agentes secretos con una vida familiar desarrollada en el seno de la sociedad americana, la cual representa todo aquello contra lo que luchan.  La serie desarrolla a partes iguales las tramas relacionadas con el espionaje y las que versan sobre la parte íntima y emocional de la historia.  Esta dualidad argumental provoca que el ritmo de la narración, normalmente pausado, se torne emocionante y vertiginoso en las secuencias en las que tienen lugar las misiones encubiertas que realizan los protagonistas.   Estrenada en EE.UU. en enero de este mismo año, "The Americans" cosechó buenos datos de audiencia y crítica desde sus comienzos, consiguiendo en poco tiempo una renovación para una segunda temporada que se emitirá en 2014.  En España ya se han adquirido los derechos de la misma aunque aún no se conoce fecha de estreno.




Los actores encargados de dar vida a la pareja protagonista son Matthew Rhys (visto en series como "Cinco Hermanos") y Keri Russell la cual, tengo que decir, fue una de las grandes razones que me empujó a ver la serie casi desde su estreno.  Conocida por el gran público por haber dado vida a Felicity Porter en la producción de J.J. Abrams "Felicity", Keri Russell ha conseguido labrarse una amplia carrera como actriz compaginando cine y televisión desde sus inicios profesionales.  Como la mayoría de la gente, yo también la descubrí en la conocida serie de J.J. Abrams, la cual me fascinaba, y a partir de ese momento Keri Russell se convirtió en una de mis actrices favoritas.  Con "The Americans" Keri Russell demuestra una madurez como actriz que la lleva a ofrecer una interpretación magistral llena de matices.  Sin duda, nos encontramos ante uno de sus mejores trabajos hasta la fecha.




Una buena factura, excelentes interpretaciones y un guión potente  son algunas de las características que pueden resaltarse de "The Americans", una serie "de espías" bastante original donde no hay héroes o villanos o donde, si los hay, pueden existir en cualquier bando. 




viernes, 2 de agosto de 2013

Sunshine Cleaning (Christine Jeffs, 2008)

En esto del cine hay mucho de azar y a veces, inexplicablemente, te encuentras con películas que sin saber por qué han pasado sin pena ni gloria por las salas comerciales.  Son pequeñas joyas de celuloide que no han tenido la fortuna de llegar a un nutrido público pero que esconden en cada fotograma una auténtica muestra de buen cine.  En muchos casos les precede una buena crítica de su paso por festivales y, poco a poco, el boca a boca dentro de la comunidad cinéfila de la red se hace eco de su existencia, permitiendo así que estas películas tengan una segunda vida después de su paso por la taquilla.  De esta forma, las descargas de cine en internet, el mercado del dvd o las webs de visionado legal de películas hacen que muchos de estos títulos desconocidos dejen de serlo, aunque sea para una porción de público minoritario.


"Sunshine Cleaning" podría encuadrarse dentro de este tipo de filmes.  Fue estrenada en nuestro país en el verano de 2010, más de un año después de su salida en USA, y su vida en la taquilla española fue corta y poco ruidosa, sin embargo, estoy seguro de que esta película ha encontrado adeptos dentro de los consumidores de cine indie americano.  Rodada con la sobriedad y la simpleza habitual del cine independiente, la cinta narra la historia de dos perdedoras, dos hermanas cuyas vidas se han convertido en algo muy distinto a lo que esperaban.  Inmersas en una existencia gris llena de obligaciones e incertidumbres, su fortaleza y una serie de circunstancias casuales les harán encender una llama de esperanza a un posible cambio de rumbo. 


La película, contada en un tono de comedia dramática, lejos de ahondar en el aspecto trágico y triste del argumento, desarrolla la historia desde un punto de vista más positivo, mostrando, como ocurre a veces también en la vida real, la posibilidad de hallar humor en las situaciones más funestas.



 Las encargadas de dar vida al dúo protagonista son las actrices Emily Blunt y Amy Adams, actriz esta última que, como siempre, realiza una interpretación magistral y totalmente creíble.


Sunshine cleaning es una historia, en cierto modo, surrealista encuadrada dentro del desconocido y tétrico mundo de la limpieza de las escenas de crímenes, pero sin duda, es también una gran historia escondida en un pequeño relato simple y cotidiano donde nada parece ocurrir, una crónica que lo que realmente nos muestra es la ruptura emocional con las piedras del pasado y la evolución interior que pueden experimentar las personas a pesar de que las circunstancias, muchas veces, nos empujen hacia lo contrario.



viernes, 8 de febrero de 2013

Esa excéntrica abogada llamada Ally

Es sorprendente comprobar cómo varían nuestros gustos y aficiones a lo largo de nuestra vida.  Nos remontamos al año 1999, época de cambios e incertidumbres;  se aproximaba el fin de siglo y las informaciones que llegaban a nuestros oídos no paraban de mencionar la posible "destrucción del mundo", el caos asegurado a la entrada del año 2000, momento en el que los ordenadores se colapsarían y algo muy catastrófico ocurriría... ;  afortunadamente nada de esto ocurrió, demostrándose, una vez más, que las creencias populares apocalípticas poco tienen de cierto,  pero lo que sí se puede constatar es que, en aquellos momentos,  comenzaba a fraguarse una metamorfosis en el mundo de la información.   El uso generalizado, y extendido en todo el mundo, de internet daría paso a una nueva era en el campo de la comunicación, marcando el fin de una etapa y el comienzo de otra.  En el seno de esta nueva forma de distribución de la información era mucho más fácil (aunque no siempre fiable) enterarse de todo lo que ocurría dentro y fuera de nuestras fronteras, y así llegó por primera vez a mi conocimiento la existencia de una serie de televisión que estaba causando furor en EE.UU.  El mundo de la Ley y la abogacía era el telón de fondo de la misma,  y aunque dicho tema hubiera servido con anterioridad para desarrollar infinidad de series y películas americanas muy conocidas y de indudable éxito, en este caso, el creador de la serie, David E. Kelley, creador de otras series como "Picket Fences", "Chicago Hope" o "The Practice", supo darle una vuelta de tuerca al concepto de ficción televisiva con tematica legal, dotando a la serie que nos ocupa, "Ally McBeal", con un toque de humor excéntrico y alocado que, hasta ese momento, no estábamos acostumbrados a relacionar con series de dicha temática, y dando la misma importancia en el desarrollo de las tramas tanto al contenido legal como a la vida privada y emocional de los personajes de la serie.  


El espacio fue estrenado en EE.UU. el 8 de septiembre de 1997, cosechando muy pronto cifras astronómicas de audiencia y alargando su éxito durante 5 temporadas.  No fue hasta marzo de 1999 que la serie llegó a nuestras pantallas, causando el mismo furor entre los televidentes que el alcanzado en su país de origen.  Ally Mcbeal marcó un antes y un después en la ficción televisiva;  el modo en que se desarrollaban las situaciones cómicas acaecidas en la serie; las alucinaciones de su protagonista; la imaginación de los diferentes personajes llevadas a escena en situaciones disparatadas; los insólitos casos legales que defendían; los diversos y variopintos personajes que aparecían en cada capítulo, interpretados en numerosas ocasiones por estrellas invitadas que querían participar en la serie; los sonidos y efectos visuales pioneros en el mundo de las series; la importante presencia de la música en cada capítulo; y un largo etcétera, han situado a Ally Mcbeal como un referente de la comedia que hoy por hoy no nos parece nada original pero que hace 15 años no estábamos acostumbrados a ver y que ha inspirado, de un modo u otro, a numerosas series posteriores. 

He de reconocer que, cuando finalmente llegó su esperado estreno en España, me enfrenté a una gran desilusión ya que me decepcionó bastante el primer capítulo de la serie.  Después de visionar varios episodios, a la espera de que esa sensación inicial cambiase, no tuve más remedio que tirar la toalla y declarar oficialmente mi odio hacia Ally Mcbeal.  Era tremenda la manía que le cogí al personaje protagonista y por extensión a la actriz que la interpretaba, Calista Flockhart.  No soportaba sus histrionismos, sus caras, sus excentricidades, lo absurdo de las situaciones que vivía y creaba su personaje, lo loca que parecía estar a veces, etc...,  pero si hasta tenía alucinaciones!!!!!  y lo más increíble de todo es que a nadie parecía importarle ese detalle, ni de dentro ni de fuera de la serie

Por otro lado, tampoco me atraía la forma en que desarrollaban los casos judiciales ni cómo enlazaban éstos con la vida privada de los personajes centrales del bufete de abogados donde se desarrolla la trama.  En resumidas cuentas: no me gustaba la serie, así que dejé de verla, aunque mi tendencia, para fortuna del producto en cuestión, no fue la mayoritaria entre el público español, consiguiendo de este modo permanecer en antena también en nuestro país durante las cinco temporadas de las que consta.

Sin embargo, es curioso el modo en que los seres humanos cambiamos nuestro modo de ver las cosas.  Las experiencias que acumulamos en el desarrollo de nuestra vida modifican la percepción de nuestro entorno, dejando claro que todo (o casi todo) es relativo y que, en realidad, cuando expresamos nuestras opiniones y creencias, deberíamos dejar un pequeño espacio a la certeza de que la subjetividad lo impregna todo, siendo bastante ridícula la radicalidad y contundencia con que mucha gente defiende sus ideas intentando disfrazarlas de verdades absolutas.   En realidad, el momento personal y vital en que se encuentren las personas determina, en muchos casos, las fluctuaciones de la impresión que tienen del mundo que les rodea.  Y esto se puede comprobar con situaciones trascendentales pero también con asuntos muy triviales, como puede ser una simple canción.  ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que, de repente, un tema musical que antes odiaba o que simplemente no le agradaba, ha comenzado a gustarle?
 
Han sido muchas las ocasiones en que he experimentado en primera persona estos cambios de criterio, y mi opinión sobre la serie que nos ocupa, "Ally Mcbeal", es otro claro ejemplo de ello.  Recientemente, y como resultado de las gangas que a veces te encuentras en las grandes superficies, he adquirido la serie completa en DVD.  A pesar de que mi apreciación sobre ésta era negativa sentí curiosidad por darle una nueva oportunidad y la verdad es que me alegro de ello ya que he visto la serie con otros ojos.  Donde antes veía histrionismo ahora veo un genial trabajo interpretativo, descubriendo en Calista Flockhart
a una estupenda actriz cómica que supo dotar a su trabajo de un realismo difícil de asociar a situaciones tan inverosímiles como las que vive su personaje; algunos casos legales que se muestran en la serie pueden ser absurdos y poco creíbles, pero sirven para desarrollar y plantear realidades que en su momento, y quizá también actualmente, eran controvertidas; la relación de amor de los protagonistas, que la serie utilizaba como punto de partida de la trama y que a mí personalmente me aburría bastante y me parecía poco creíble, en realidad en el transcurso de la historia pasa a un segundo plano y ganan en importancia las vidas de todos los personajes de la serie, ya que Ally McBeal, en realidad, es una historia coral, que a pesar de tener una protagonista absoluta entrañable y a la que se le acaba cogiendo cariño como personaje, cuenta con un entramado de personajes que conforman el universo McBeal, sin los cuales la magia de la serie no tomaría forma.  

Si bien es cierto que aún hoy por hoy, y después de haber visto la serie completa, sigo observando detalles en la misma que no me gustan, como puede ser la continua guerra de sexos de la que, en mi opinión, abusa la serie para desarrollar situaciones cómicas que tanto gustan a la mayoría de los heterosexuales pero que a mí me cansan y aburren. Sin embargo, a pesar de ello puedo decir que ahora entiendo por qué Ally McBeal se convirtió en el fenómeno que en su día fue porque, a pesar de todos los fallos que puede contener el producto, supo crear un espacio de ficción repleto de detalles originales y compuesto por personajes excentricos, estrafalarios, e incluso a veces ridículos que, aunque esteriotipados y caricaturizados, estaban dotados con un barniz de autentidad ya que, en el fondo, mostraban sentimientos, miedos y deseos con los que se puede identificar cualquier ser humano.  
 
Me alegro mucho de haberle dado una segunda oportunidad a esta serie que me ha hecho pasar momentos tan divertidos y entrañables viéndola y que me ha confirmado, aunque sea con un ejemplo tan absurdo, que en esta vida no hay que dar nada por hecho porque, afortunadamente, todo, hasta nosotros mismos, es susceptible de cambiar.