jueves, 18 de marzo de 2010

LYDIA BOSCH

"La sonrisa más hermosa y fascinante del rincón catódico", así es como han denominado en infinitas ocasiones a Lydia Bosch, esa actriz que apareció a finales de 1984 como azafata del exitoso concurso "Un, dos, tres" y se adentró en el hogar de todos los españoles y españolas que cada semana esperaban ansiosos la emisión del entrañable espacio que durante más de tres décadas ostentó la cima del poder televisivo. Su debut en este programa, de la mano de su descubridor Chicho Ibáñez Serrador, supuso el primer éxito en su incipiente carrera artística, pero pronto comenzaron a lloverle las ofertas, así que después de dos temporadas ejerciendo como eficaz contable, Lydia decidió abandonar su calculadora y enfrentarse a un prometedor futuro. La naturalidad y simpatía que Lydia había demostrado hasta entonces fueron suficientes para llamar la atención del Séptimo Arte, así que tras breves colaboraciones, (materializadas en las películas: "El caballero del dragón" de Fernando Colomo, y "El extranger-Oh de la Calle Cruz del Sur", de Jorge Grau) llegó su gran oportunidad para demostrar sus dotes interpretativas: "El disputado voto del Señor Cayo", junto a Paco Rabal e Iñaki Miramón. Fue el director Antonio Giménez Rico quien supo ver que detrás de esa gran sonrisa se escondía una verdadera actriz, proporcionándole a Lydia con esta película el descubrimiento de su auténtica vocación.

Posteriormente el teatro también le abrió sus puertas, medio en el que Lydia consiguió sumar un éxito más a su corta carrera. Su debut teatral fue en la comedia "Pato a la naranja", junto a Arturo Fernández.

Coetáneamente a su carrera como actriz, Lydia no dejó de lado el medio que la catapultó hacia la fama, de este modo consiguió nuevos e innumerables logros con programas como "Sábado noche", junto al también actor Toni Cantó, y concursos como "Los segundos cuentan", "Domingo en rojo" o "El gran juego de la oca", junto a Emilio Aragón. También en este medio desarrolló su faceta interpretativa con las conocidas series "Lleno, por favor" o "¿Quién da la vez?, pero fue "Médico de familia", comedia que revolucionó las audiencias televisivas desde 1995 hasta 1999, la serie que ha consagrado a Lydia Bosch como una de las actrices más admiradas y queridas por el público español.

Un total de doce películas cerraron una etapa cinematográfica donde el éxito parecía no llegar, hecho que ha cambiado recientemente tras su participación en el filme de José Luis Garci "You´re the one", donde Lydia ha recibido grandes elogios por parte de la crítica y una nominación a los premios Goya 2000 como mejor actriz.

Esperemos que esto sólo sea el comienzo de una larga carrera cinematográfica donde podamos verla lucirse por muchos años más con todo su esplendor.


Hace muchos años que escribí esta breve reseña, exactamente 10. Ha llovido mucho desde entonces, yo era un post-adolescente que sentía (y siento) una gran pasión por el cine, la música, etc... y que como la mayoría de la gente, en su adolescencia cultivó una admiración por diversos artistas de diferentes ámbitos del arte, admiración que a veces rozaba la mitomanía. Afortunadamente, con el paso de los años muchas de esas pasiones se suavizan (a veces incluso desaparecen) y a la vez que tu propia persona, éstas también evolucionan, y si sobreviven, adoptan un cariz más maduro. Recuerdo la primera vez que la vi..., contaba yo con la edad de 4 años, corrían los años 80, y allí estaba yo, como todas las semanas, sentado frente al televisor, con toda mi familia, esperando escuchar la sintonía que daba comienzo a mi concurso de televisión favorito. Yo tenía mis secciones preferidas dentro del mítico programa, y una de las cosas que me encantaban eran los números musicales que protagonizaban las azafatas del mismo. Éstas, a parte de cantar y bailar, tenían otras funciones, y una de ellas era el recuento de puntos que iban alcanzando los concursantes, labor en la que destacaba la azafata-contable, la cual, armada con su calculadora, entonaba aquella mítica frase de: "15 respuestas acertadas, a 25 pesetas cada una, hacen un total de..." Yo tenía a mi azafata favorita, que casualmente era la azafata-contable, que no era otra que Silvia Marsó; me encantaba su simpatía y naturalidad, todo lo decía con una sonrisa (aunque claro, no era para menos, era azafata, no iba a estar seria...) De repente, Silvia desapareció, y en su lugar pusieron a aquella chica de pelo inmensamente largo que respondía al nombre de Lydia. Al principio reconozco que no aceptaba el cambio, me costó verla en posesión de la calculadora "de Silvia", pero no tardé mucho en caer rendido a sus pies. Lydia tenía todo lo que admiraba en Silvia: simpatía, naturalidad, espontaneidad, una gran sonrisa, etc..., pero Lydia tenía algo más, algo que no supe identificar en aquel momento, pero que ahora con el paso de los años sé reconocer: una enorme capacidad de transmitir emociones, al menos para mí. No sé si voy a poder plasmar lo que esta actriz significa para mí, y a pesar de que mucha gente me tachará de freak, sólo puedo decir que aparte de considerarla una gran actriz (aunque haya opiniones de todo tipo al respecto) no existe otra actriz que produzca en mí lo que ella me hace sentir. Tengo una larga lista de actores y actrices a los que considero unos grandes profesionales que cuentan con una larga trayectoria y reconocimiento, pero Lydia para mí es algo más que eso, es una actriz que me ha dado mucho a lo largo de todos estos años, que me ha transmitido un sinfín de sentimientos y emociones y que me ha hecho soñar a través de su profesión. Por todo ello tengo mucho que agradecerle, y esa es la razón que me ha llevado a rendirle este pequeño tributo en estos momentos tan difíciles para ella. La redacción del escrito que más arriba reproduzco, respondía a una intención parecida, aunque los motivos que me impulsaron a ello eran muy diferentes, ya que en aquel momento Lydia gozaba de una mayor popularidad y desde el punto de vista interpretativo estaba en su mejor momento, tanto para la crítica como para el público, que comenzaba a verla más allá de su eterno personaje de "Alicia Soller". En aquella ocasión quise plasmar a grandes rasgos la trayectoria de mi actriz española favorita, naturalmente, otros muchos trabajos, aparte de los mencionados, formaban parte de su amplia carrera, sin embargo, en su momento no quise convertir ese pequeño "homenaje" particular en una compilación exhaustiva de su recorrido profesional, para eso ya están internet y las páginas dedicadas a estas cuestiones, tales como el "imdb" y un largo etcétera. Simplemente quise resumir lo que había sido hasta ese momento la carrera de Lydia, y dar paso a lo que sería a partir de entonces. Sentía una gran ilusión ante lo que para mí suponía el espaldarazo definitivo que por fin había golpeado la carrera de Lydia. La nominación al Goya, estatuilla que finalmente recayó en Carmen Maura, me hacía pensar en numerosas propuestas cinematográficas que se sumaran a la discreta cifra de 13 títulos que albergaba su filmografía. Se cerraba una etapa y se abría otra, al menos eso parecía. Sin embargo, a veces nos olvidamos que detrás de la figura de los artistas que admiramos se esconde una persona de carne y hueso, con las inquietudes y preocupaciones de cualquiera de nosotros/as, y en esa nueva etapa que se avecinaba Lydia quería vivir otras cosas, darle prioridad a su faceta familiar y sentimental, aparcar esa carrera que tantas satisfacciones le daba pero que no le permitiría vivir con plenitud el momento sentimental en el que se encontraba. Así que, para sorpresa de muchos, Lydia hizo un paréntesis, y bajo la opinión generalizada, en el mejor momento de su carrera. Se hizo el silencio, y duró más de lo esperado. El rostro de Lydia ya no nos visitaba televisivamente cada semana, ni su nombre aparecía en el apartado "Proyectos" de las revistas de cine, donde yo la buscaba desesperadamente; en su lugar, a veces ocupaba alguna página de la prensa del corazón, muy a su pesar, y así fue como poco a poco nos fuimos enterando de los íntimos capítulos de su nueva vida. "Lydia se ha retirado", "Lydia ha abandonado su carrera profesional", eso se empeñaban en afirmar muchos de los profesionales de este tipo de periodismo, pero Lydia, en sus escasas apariciones públicas se encargaba de desmentir dichas aseveraciones con un rotundo no, explicando que amaba su profesión y que no quedaba mucho para su regreso como actriz. Así fue y después de 4 años volvió a nuestras pantallas con un pronunciado éxito: "Motivos personales". Durante dos temporadas llevó sobre sus espaldas el protagonismo de esta serie que le reportó numerosas y favorables opiniones por parte de público y crítica. "He vuelto para quedarme", "Espero retomar con la misma fuerza de antes mi carrera como actriz"; eso afirmaba Lydia tras terminar este último trabajo, y tras un razonable espacio de silencio todo parecía indicar que no tardaría demasiado en aparecer de nuevo, pero no fue así, y tras unas breves apariciones como presentadora de un programa para niños, "No te enrolles", y una colaboración como actriz en 8 capitulos de la última temporada de la exitosa serie "Los Serrano", volvió a dominar el mutismo profesional. Han transcurrido dos años desde entonces, dos años en los que, desgraciadamente, a pesar de su inactividad laboral, se ha escuchado el nombre de Lydia Bosch más de lo que ella hubiera deseado. Su faceta personal, que siempre ha permanecido en segundo plano y en escasísimas ocasiones ha salido a la luz pública, en esta ocasión, y muy a su pesar, ha sido un tema recurrente en las páginas del papel couché. No quiero dejar cabida en este escrito a algo tan sórdido; es por ello que no voy a relatar explícitamente los detalles de algo que casi la totalidad de la sociedad española conoce "gracias" a los medios de comunicación, pero lo que sí quiero expresar es que, al margen de las culpabilidades o inocencias, lo que está claro, es que Lydia Bosch ha sido objeto de un linchamiento por parte de la opinión pública nacional, la cual se ha forjado en un sentido negativo a consecuencia del aluvión de información de medias verdades que se virtió al respecto. Es obvio que cada uno puede tener su opinión sobre algo que realmente nunca podremos llegar a saber con certeza, ya que no somos los implicados, pero al menos, que esa opinión sea fraguada a partir de datos ciertos tanto en su contenido como en el orden cronológico en que transcurren. Sólo de este modo, podemos ser justos en un asunto en el que la justicia tiene la última palabra, y sea cual sea ésta, mi opinión y creencia sobre este tema ya está formada de una forma muy clara. Que cada cual tenga la suya. Las consecuencias que este desagradable suceso está teniendo o pueda tener en el futuro de su carrera profesional aún está por determinar, pero ojalá todo esto termine pronto y Lydia retome la carrera que nunca debió aparcar, demostrando, de una vez por todas, que detrás de esa gran sonrisa se esconde una verdadera actriz.



(Aquí adjunto un vídeo (con audio musical de fondo), que yo mismo he montado y editado, con secuencias de sus trabajos televisivos y cinematográficos, con objeto de que podáis ver otras facetas interpretativas de esta actriz, para aquellos que sólo conozcan su mítico personaje de "Médico de familia").

11 comentarios:

  1. Pedro, realmente te apasiona Lydia Bosch, yo también era fan del "un,dos,tres" al que dediqué una entrada recien estrenado mi Mulholland world http://alforte1970.blogspot.com/2009/12/era-el-premio-toda-una-semana-escolar.html, y me encantaba ver tanto a Silvia, como luego a ella, pero difiero mucho en tu valoración de Lydia como actriz.
    Bsote.

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  2. A mí siempre me ha gustado mucho. Tiene una belleza muy especial y aunque no me parezca tan extraordinaria actriz como a tí, sí que me parece notable. En You are the one estaba espléndida. Incluso en Motivos Personales, que era una serie que prometía mucho pero se fue desinflando por el mal hacer de los "fabricantes" de series de las cadenas privadas. De sus jaleos personales no sé ni me interesa, he visto de refilón en algun programa que anda en problemas familiares, pero sinceramente no le he prestado atención.

    Y qué gracia el Extranger-Oh, la ví en su día y no me acuerdo de nada pero sé que me gustó. A ver si consigo recuperarla :-)

    Un besote!

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  3. Has visto el Extranger-Oh!, es una rareza dentro del cine español, si consigues recuperarla llámame, que yo no la encuentro ni pa´trás, jeje. Un beso!

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  4. Pues yo pienso que la sonrisa de Lydia es una sonrisa triste.

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  5. Peter, me encanta, el video es una obra maestra, me encanta las escenas que has seleccionado y la música, como se nota que tienes el don de la música innato en ti, hasta en este video se puede reflejar. Seguro que Lydia se sentiría muy feliz de ver que hay personas capaces de valorar todos sus trabajos y hacer una recopilación sobre ellos con tantisimo cariño, así como dedicarle unas palabras que sintetizan muy bien su recorrido profesional. Muchas gracias por este regalo, besitos!!

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  6. A mí también me encanta Lidia.
    Ana de "Michael"

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  7. Hola Pedro, soy Antonio. Mi blog es
    lamuerteteniaunblog.blogspot.com

    Todavía estoy en pañales y está poco
    trabajado. Ánimo con el blog y un
    abrazo

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  8. Me encabta Pedro. Por cierto, leí hace poco el mail que mandaste al e-mail al club. Gracias, publicaremos este PRECIOSO ESCRITO.
    :)
    gRACIAS POR TODO EL APOYO!!

    Junta directiva del Club de Fans de Lydia Bosch

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  9. Lidia Bosch, Lidia Bosch... no, no caigo.

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  10. Ay, chico... si supieras lo reflejada que me he sentido leyéndote.. Lydia fue mito en la adolescencia y seré admiradora suya durante toda la vida.

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  11. Ay Pedro!
    Ana de "Michael"

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