miércoles, 29 de febrero de 2012

Una emotiva despedida

Me sentí un poco triste y, la verdad, no tiene mucho sentido, pero es lo que ocurre cuando se va alguien que, a pesar de no conocer personalmente, te ha acompañado durante toda la vida. Estuvo conmigo cuando era niño y la observaba en el televisor con esos looks espantosos que en aquel momento nos parecerían increíbles pero que, ahora, más de 20 años después, nos parecen increíblemente horribles. La veía entonces, protagonizando los videoclips que los programas musicales de la época, que tanto abundaban, emitían e incitaba a bailar a los adolescentes de los 80 con esos ritmos pegadizos en los que su potente voz llenaba absolutamente cada estrofa. Como ya he dicho, yo era sólo un niño pero ya me fascinaba su fuerza artística y vocal y aunque por mi edad aún no era capaz de apreciar todo su potencial, de algún modo, ya se instaló su figura en mi incipiente e inocente cultura musical que poco a poco ya iba formándose para dar paso, años después, a un gran amor y pasión incondicional por la música. Corrían los primeros años de los 90, y mientras ella estaba en lo más alto de su carrera, con sucesivos números 1 en las principales listas musicales del mundo y debutando en el cine como protagonista de uno de los mayores taquillazos cinematográficos del momento, yo andaba descubriendo muchas cosas y fue por aquel entonces cuando comenzó a fraguarse mi afición por el cine, la música y casi todo lo que estuviera relacionado con el arte. Sin embargo, a pesar de encontrarse en su mejor momento como artista tanto a nivel musical como popular, no fue hasta mediados de dicha década cuando la descubrí en mayúsculas. Hasta ese momento otras interpretes ocupaban un lugar muy importante en la lista de mis cantantes favoritas, pero de pronto, descubrí que detrás de esa gran voz que entonaba la archiconocida "I will always love you", canción que tanto gustaba a la gente pero que a mí no me decía nada hasta ese momento, había otras canciones que despertaban en mí un sinfín de emociones. Canciones como "Greatest Love of All", "Where Do Broken Hearts Go", "I Know Him So Well", "Nobody Loves me Like you Do", etc... me acompañaron en innumerables tardes en mi adolescencia, cuando encerrado en mi habitación y con éstas y otras muchas canciones más de fondo me regodeaba en las ensoñaciones de mis primeros amores platónicos. A partir de ese momento Whitney Houston pasó a engrosar el repertorio de mis artistas preferidas y comencé a indagar en su discografía, que por aquel entonces, sin internet, era mucho más complicado que ahora, y así fue como llegó a mis manos en el año 1996 su primer LP "Whitney Houston". Este primer trabajo de presentación, grabado en 1985, fue considerado el mejor disco de música soul de ese mismo año por la Revista Rolling Stone. Es un álbum muy especial para mí, ya que además de suponer el primer CD que compré de ella y con el que terminé de saber con certeza que simbolizaba para mí todo lo que debía tener una artista, también fue uno de los primeros CD´s que adquirí de la extensa colección de discos que ahora poseo. En estos días que por internet circulan infinidad de homenajes a su memoria no dejo de escucharla y de recordar todo lo que me ha hecho sentir a lo largo de toda mi vida. Tengo mucho que agradecerle ya que le ha puesto banda sonora a mis momentos de fantasía, a mis sueños, que han sido bastantes y espero que siga habiéndolos por mucho tiempo más.

El color de la voz, la tesitura, el timbre, la profundidad, la potencia, ... Muchos factores influyen a la hora de catalogar a una voz como apta para dedicarse a la música, para definir a una voz como "buena" objetivamente hablando, pero al final, sólo una característica marca la diferencia de unas voces con respecto a otras, una que no todo el mundo que canta objetivamente bien posee y que, en definitiva, poca gente dedicada profesionalmente a la canción tiene: la transmisión de sentimientos. A veces, muy pocas, hay artistas que lo tienen todo. Whitney era una de ellas. Mientras exista gente que aún disfrute con su voz y con su música no se habrá ido del todo. We will always love you, Whitney.